viernes, 10 de agosto de 2012

EL HÉROE, LA PATRIA GRANDE Y LAS DEMOCRACIAS IGUALITARIAS

CONFERENCIA REALIZADA EN EL MARCO DE LA FERIA DEL LIBRO 2012: “LAS CULTURAS DE LA PATRIA GRANDE” 

Todos los pueblos tienen sus culturas y sus maneras de construirlas. Se hacen de maneras conscientes  y e inconscientes, todas configuran identidades, las que se conservan  o se desdibujan con el pasar del tiempo. Al interior de cada cultura existe una temática vertebral y es la referida a la patria, a sus orígenes, a los procesos de independencia, sus luchas, sus temores, sus glorias. Uno de los caminos para comprenderlas es considerar sus contenidos y sus arquetipos, los  que no pueden ser valorados en términos morales sino en el significado que esos modelos adquieren como fuente de representaciones sociales. En latinoamericana salta el arquetipo heroico y aún los tiempos transcurridos y las transformaciones históricas producidas continúan manteniendo un lugar como valor de la nacionalidad. Buscar las huellas de ese espíritu insigne es recurrir a la literatura e indagar cómo los escritores implantaban la admiración en el héroe. En Neruda se puede captarlo cuando en 1950 en Madrid y escribe la oda “Canto a Bolívar” que dice:

“Padre nuestro
Que estás en la tierra
En el agua, en el aire
De toda nuestra extensa
Latitud silenciosa
Todo lleva tu nombre Padre
En nuestra morada
Tu apellido
La caña levanta a la dulzura.
El estaño Bolívar
Tiene un fulgor Bolívar
El pájaro Bolívar
Sobre el volcán Bolívar
……………………………………………..
¿Eres o no eres o quién eres?
Y mirando al Cuartel de la Montaña
Dijo: Despierto cada cien años
Cuando despierta el pueblo”.

También en La Rioja el profesor y escritor Carlos Alberto Lanzillotto a través de Ediciones “Calibar” da a conocer en 1963 una oda que fue el primer premio del Concurso Literario organizado por el Instituto Sanmartiniano en 1950, primer centenario de su muerte,  y que el autor lo publica en la búsqueda “del anhelo de repensar al Libertador en estos tiempos duros”. Extraigo de este folleto la poética en exaltación al héroe:

Padre nuestro por siempre,
Más totalmente padre cada día.
Padre por haber dado el aliento a la patria, iluminado,
Por haber defendido
La joven planta, la recién semilla; 
Con el acero corvo y florecido
En la casta paloma de la paz; 
Por ello padre aún más,
Ya que triunfaste espada jamás fuera
Tan amable al vencido, 
Tan parecida en todo a la bandera. 

¿ QUÉ ES LO HEROICO? 

Lo heroico se asienta en el arquetipo de lo diferente. El héroe es el que está fuera de lo común, es el que consigue imponerse como un gran hombre —la mujer no estuvo incorporada a la construcción del héroe— el que realiza de manera intuitiva lo que es necesario y lo que hay que proceder en ese momento y para ese momento. Por ende es posible —y se le acepta— que infrinja la ley (Belgrano fue el más desobediente) ¿Recuerdan que desobedeció  presentar la bandera en San Salvador de Jujuy aun a sabiendas de su no aprobación por el Triunvirato? ¿El realizar el éxodo jujeño, quedándose en Tucumán y contradiciendo la orden de bajar hasta Córdoba? El héroe se siente responsable de su hazaña y responde completamente por ella. La hazaña se piensa y no se detiene ante riesgos ni efectos colaterales. Si comete algo malo, no busca excusas echándole la culpa a las circunstancias, a los otros. Fueron así las batallas tanto de este patriota como también fue la gran empresa de San Martín, el libertador de la América del Sur.

Particularmente este tipo de héroe se hizo en su voz interior y no se la guardó para sí, se guardó todos los miedos, las dudas y las inseguridades, todas muy  psicológicas propias de cada persona en tales circunstancias, sino que las expresó por escrito o verbalmente, las hizo público. Dijo en cierta oportunidad: “He tenido la desgracia de ser hombre público” confirmando que no tuvo intimidad para sí y el tiempo para su familia. El proyecto de hacer la Patria Sur Americana se la concebía fuera del dominio español, tema que lo desvelaba. En varios de sus escritos lo expresó a sus coterráneos y hoy es su legado “Ser feliz es imposible, presenciando los males que afligen a la desgraciada América”.  Bolívar se autodefinió: “Soy el hombre de las dificultades”. El héroe tiene esa aureola de máxima valentía y no es temerario, ve una sola cosa, no sopesa ni especula, no lo perturba la contingencia, es más lo estimula. Roza con el misterio de la vida y la excelencia vital lo satisface, se siente cómodo en su conciencia.

¿DÓNDE SE HACEN LOS HÉROES? ¿CUÁL ES SU ESCENARIO PARA EL DESPUNTE SUS ACCIONES?

 La guerra fundamentalmente es el escenario indiscutido e incuestionable donde se verifica los patrones de la vida  heroica. Si miramos la guerra hoy, con nuestros patrones mentales diremos que  no es la solución a los problemas, sin  embargo en el siglo XIX la guerra se experimentó hasta como la vida extrema y dura, demostrada hasta con nuestros caudillos —Quiroga, el Chacho, y el último caudillo regional Felipe Varela— fundamentalmente este último caudillo que tuvo su mirada por la patria federal y sur americana; lo expresó claramente oponiéndose a la Guerra con el Paraguay en su Manifiesto y dice “Estamos del lado del Paraguay” y más tarde en su Proyecto Unión Americana. Al respecto la literatura regional muestra un canto, cuando Don Juan Alfonso Carrizo en una zamba escrita a su honor le dice "De Chile llegó Varela, / y vino a su patria hermosa. / Aquí ha de morir peleando / por el Chacho Peñaloza." 

El héroe lucha en este presente por el pasado y el futuro y sobre él se puede contar una historia a diferencia del deportista que es puro presente y gusta de la aventura, del derrame de su adrenalina. El héroe es ese hombre que sabe comunicarse frente a la hazaña y que posee un lenguaje de liderazgo, sino que además es como el animal alfa. Los animales alfas no sólo son líderes por sus condiciones personales, además lo son por lo que el grupo les provee; los alfa cazan las mejores presas pero no por ser depredadores sino porque simplemente tienen mayor libertad para elegir, para dónde quieren ir y qué les gustaría hacer, y el resto de la manada normalmente los sigue). Algo de alfa tuvieron nuestros héroes.

¿ CÓMO CONSTRUIMOS A LOS HÉROES? 

Convengamos que parte de nuestra historia, y mucha,  se hizo con la construcción de mitos y leyendas, se suma a ello la mirada que muestra como nuestra cultura tiende a relacionar a la historia solo con el pasado y con el defecto de no poder relacionarla con este presente. Nuestra valoración para con el héroe es su veneración ligada a ese pasado y muy relacionados con las guerras de la independencia con la necesidad de la liberación del imperio español rodeada de destrucción humana, devastación, pérdida de poblaciones (Venezuela perdió el 44% de su población) Perdió recursos y también élites, aunque fueron las menores. Ante tanto dolor y como contrapartida fue llenarse de héroes. Bolívar así lo da a entender cuando le escribe a su tío Esteban Palacios y se pregunta “¿Dónde está Caracas? Caracas no existe; pero sus cenizas, sus monumentos, la tierra que la tuvo, han quedado resplandeciendo de libertad y están cubiertos de la gloria del martirio. Éste consuelo repara todas las pérdidas, a lo menos, este es el mío”.

La guerra ganada, el objetivo cumplido, el país devastado requerían de alguna estrategia de reparación. La gloria sería el destino sentimental de los patriotas. El consuelo de la gloria a cambio de la pérdida. He allí la génesis de una ética y la piedra fundacional de un imaginario nacional para construirlos en lo heroico. El heroísmo y la gloria comenzaron a servir de escudo contra la decepción y la pérdida detrás de la contienda. Decepción porque las promesas, o mejor dicho, las expectativas que las Revoluciones de las Independencias habían generado no fueron cumplidas; si bien es cierto que se cambió la forma  de gobierno, el monárquico por las juntas, los triunviratos, los directorio y sin españoles en los gobiernos,  sino criollos a la vista, empieza otro fantasma en sus cabezas como fueron las diferencias entre unitarios y federales, entre el puerto y las provincias, burguesías enclavadas en terratenientes contra la servidumbre de la mano de obra, desencuentros entre civiles, sumado la debilidad de las instituciones, lo que denostaba la poca calidad de la república. Esto puede ser el origen de la patria grande  posicionando a Bolívar e ese concepto y sobre la necesidad de la República en un concepto mayor y superador.

Por otro lado, no siempre en la historia se nombró patria grande. Si bien es cierto que el concepto nace con San Martín y con Bolívar, es el nacionalismo que lo embandera para la exaltación del fenómeno héroe nacido bajo la orientación liberal. ¿Pero de quién es más propiedad el concepto de la patria grande? Debemos decir que es el socialismo argentino quien lo acuña en la figura de Manuel Bartolomé Ugarte (político, escritor, diplomático argentino que nació en 1875 y murió en  Niza) llamado precursor de la latinoamericanidad porque combatió la influencia norteamericana desde una visión que reconocía las raíces españolas en contraposición a la visión panamericana, teoría esta última propuesta por el Departamento de Estado de Estados Unidos, que postulaba un origen y destino común de todas las naciones americanas desde Alaska hasta Tierra del Fuego y al respecto dijo: "Mi patria, ¿es acaso el barrio en que vivo, la casa en que me alojo, la habitación en que duermo? ¿No tenemos más bandera que la sombra del campanario? Yo conservo fervorosamente el culto del país en que he nacido, pero mi patria superior es el conjunto de ideas, de recuerdos, de costumbres, de orientaciones y de esperanzas que los hombres del mismo origen, nacidos de la misma revolución, articulan en el mismo continente con la ayuda de la misma lengua."

Me parece que aquí da origen al valor de la América del Sur, englobadas en las actuales organizaciones como el MERCOSUR (Mercado Común del Sur)para fortalecerse en el área económica; UNASUR ( Unión de Naciones Suramericanas) para la identidad de la región, CELAC (Comunidad de los  Estados Latinoamericanos y del Caribe) que según investigaciones ésta nace por el desprestigio del papel desempeñado por la OEA y en solidaridad con la postura argentina del discurso por la recuperación de La Malvinas contra  el imperio anglosajón y que además alienta a las naciones de la América del Sur a crear un bloque más de la multipolaridad existente, rompiendo la hegemonía unipolar despues de la caída de la antigua Rusia. Este bloque de lo multipolar es para ayudar a la recuperación de Las Malvinas considerándolas que no solo son Argentinas, son Latinoamericanas.

Allí tenemos una presencia de la Patria Grande: Ugarte decía "Unámonos, unámonos a tiempo; que todos nuestros corazones palpiten como si fueran uno solo y así, unidos, nuestras veinte capitales se trocarán en otros tantos centinelas que, al divisar al orgulloso enemigo, cuando éste les pregunte: ¿quién vive?, les respondan unánimes, con toda la fuerza de los pulmones: la América Latina". Deseo informar que participo en la tarea que realiza AMP (Asociación de Maestros y Profesores de La Rioja) por divulgar y hacer tomar conciencia de la desmilitarización de las Islas Malvinas a partir del libro editado por CTERA Y MOPASOL: MALVINAS DESCOLONIZACIÓN, PAZ Y SOBERANÍA. (Ver en este blog).

¿EN LA SOCIEDAD ACTUAL VALEN LOS HÉROES? ¿LOS NECESITAMOS?

Y en esta lógica es cierto que no tenemos héroes surgentes según el enfoque clásico-romano. Los que existen en nuestra cultura son los que perviven del origen de la patria, pero un poco desdibujados, borrados de la cotidianidad, aunque sí seguimos sintiendo una necesidad de veneración  que no la expresamos y no la transparentamos.  Esto parece ser una consecuencia de la moderna democracia de masas, ya que el igualitarismo no tolera la excelencia del héroe ni tampoco acepta la presencia de héroes, no los acepta porque dos razones: en primer lugar porque la sociedad moderna no acredita el arrodillarse ante el otro, y en segundo lugar, porque claramente todos nos concebimos iguales, valemos primero por ser humanos, por rescatar lo que hay en cada uno de nosotros, tanto en el tú o como en el yo. Nos interesa la alteridad valorada, más cuando ésta no está reconocida.  Estamos lejos del aristoi —del griego los mejores— concepto habilitador para que las sociedades y las naciones se construyan con los mejores arquetipos, las acciones virtuosas, obras perpetuas, con los que continuamente demuestran su grandeza y aspiran realizarse en hazañas inmortales, héroes para quienes la fama les era intrascendente y la ambición no era para sí, sino para los anales de la historia, con la idea de haber realizado algo importante por y para la patria.

En las democracias igualitarias lograr la condición de igualdad es hacer inclusión para la mayor cantidad de población.  Pararse en este objetivo significa a veces pelearse con las libertades individuales, con el deseo de hacer la meritocracia (el mérito por el esfuerzo) por practicar la eudamonía (conseguir algo por el esfuerzo,el sacrificio,el trabajo entre tantas prácticas poco visibles).Entonces si estas prácticas no valen en este tiempo parece ser entonces que este mundo no necesita de héroes y los ciudadanos tampoco desean realizar actos supererogatorios, brillantes, escultóricos. El ciudadano común se vuelca más al ascetismo interior del rendimiento laboral, familiar, entregado al determinismo de las máquinas que reemplazan a las manos creadoras. Las aspiraciones pasan por el deseo de tener un mejor pasar, más bienes, ganar la lotería, todos aspiramos que la riqueza nos toque con un golpe de gracia. De este modo las hazañas se han ido relegando poco a poco por otras conductas, apuntando al rendimiento burgués como la aspiración a estar en la clase media acomodada y no perder ese estatus. En esta cotidianidad el ciudadano común tampoco conoce la gloria, tampoco hace falta leerle la mejor literatura, hechos de La Ilíada, las fábulas de Esopo, Lafontaine por decir algo referido a la deconstrucción de las éticas indoloras y sin sanciones.

Nuestra sociedad necesita prestigio y los héroes no están, ni fueron ideados para lograrlo
Creo que en nuestra sociedad hay un efecto anti heroico. El mundo moderno, hedonista y con aspiraciones de conseguir y mejorar las democracias se conforma con no alimentar una cultura heroica, y por otro lado hay una concepción revisionista que pretende desenmascarar al héroe,destruirlo, ridiculizarlo.La intimidad como dije antes es parte del héroe; y hoy los medios de comunicación son demasiados luminosos para los héroes.Las cámaras muestran los aspectos más corrientes de los seres humanos de modo que el anhelo de héroes —de los diferentes— se ve continuamente frustrado.  Cuando más nos acercamos a los grandes en esta visión hedonista más pequeños se los convierte. El héroe nos recuerda que el vivir por vivir o el sobrevivir no son la verdadera vida. El héroe es el ser humano más allá de sí mismo.

¿POR QUÉ HABLAMOS DE LOS HÉROES?

Los héroes ayudan a la formación de la personalidad y son un privilegio de la juventud. Actualmente encontraremos cuando mucho a los jóvenes identificarse con Los Guachiturros y no a que se identifiquen con Aquiles,  o Héctor de la Ilíada por ejemplo. Incluso a este nivel tan trivial, la admiración, el entusiasmo y el culto a un héroe sigue constituyendo el medio por el que se desarrolla el carácter y otros procesos subjetivos. Uno sigue siendo joven mientras tiene prototipos  a quiénes admirar. Quién no admira a sus héroes tampoco posee ambición; vivirá una vida pobre. El héroe es la idea decisiva en forma de persona al cual acercarse y tener como un horizonte como un ideal. El héroe es siempre además el jefe de mando que nos dice lo que debemos hacer. En ese sentido, la veneración al héroe alberga el anhelo de recibir órdenes, la esperanza de tener el mejor líder del mundo. Todo líder nos llena de sentido y basta con el gran gesto.
Momento para pensar si los héroes en la actual cultura moderna con aspiraciones de igualitarismo necesitan estar o requieren para ello de actos de su reposición, o les saquemos el velo de la ignorancia, los desempolvemos de nuestra memoria, o reconstruirlos entre mente y corazón, o para pensar si esta Patria Grande necesita de otras construcciones más alejadas de la que nos formamos como sistema educativo, que fue la cultura greco romana, quien nos animó a construir la necesidad de tener héroes, pero ese será otro tramo de otra charla. Mientras tanto creo que vale una expresión habilitadora de un maestro latinoamericano para estos tiempos:   Necesitamos de otras formas “ni copia, ni calco, sino creación heroica”. Creo que ello será posible si no desaparecen las lecturas de las grandes obras literarias.

Fuente de referencia: Revista Humbolt del Instituto Goethe. 2010.