jueves, 18 de junio de 2009

¿DE QUÉ ÉTICA HABLAMOS?

Si la sociedad actual es compleja e inestable, dominada por la incertidumbre, con futuros invisibles y con presentes espasmódicos ¿Estaremos de acuerdo en decir que un punto de salida a este debacle es la Ética? La posmodernidad —tiempo filosófico actual— hace declives para la esterilidad del pensamiento y para la escasez de acciones superadoras. ¡Somos Light! Aún así, con este semblante, los sujetos deberíamos aceptar más fluidamente el ejercicio significativo de la Ética, porque su “tematización” es una cuestión de fondo que supera el orden cotidiano, subjetivo e individual, para reconocer que somos parte de la misma sociedad y poder desmantelar los conos de sombra sobre el paisaje social en crisis. Este posicionamiento marca una huella latente en el libro “La Ciudad de los Zorros” cuando hace referencia a la práctica ética de los actores ficcionales del Monte de Sarir, a partir del juego imaginario que como autora utilizo para transparentar lo real y lo simbólico de una sociedad enmarañada de populismo y de frágil democracia.

....—¡Oiga compadre! ¿Tanto poder cree tener ya, que espera que la gente de Sarir salga a recibirlo? —dice muy seguro el zorro Panchito, al mentado jefe Juan enfermo de soberbia—. ¿Cuándo nació ídolo? ¿En qué trasnochada se lo inventó?

... —¡Pasa que tengo habilidad para tantear las emociones de la gente, y de los barriales colmados de gente!—dice el zorro Juan—. ¡Hay grupos donde es más fácil entrar que otros! ¡Cuándo hay desempleo y pobreza, hay éxito asegurado! ¡Voy, me hago el interesado por sus cosas, les palmeo las espaldas, los besuqueo un poco y ya está! ¡En Sarir voy a disfrazarme de salvador de causas perdidas y olvidadas, voy a prometerles bienestar a cambio que me apoyen y me den sus votos!

... —¡Miren compadres! —continúa Juan—. ¡Soy un grande en estas faenas! ¡Tengo mi estilo! Dentro de la política, la seducción es mi preferida. ¡Sé como usarla! ¡Me encanta mandar y que ustedes me obedezcan! ¡Tengo fama de seductor con las hembras, también con los jóvenes, el resto vendrá solo, ésta es mi oportunidad!

Revisar los por qué, los para qué y los instrumentos que se usan en el discurso político a veces con violencia y con agravios, es porque se considera al otro distinto y peligroso. “Si el otro no se asimila al yo se transforma en hostil o enemigo”. Plantearnos “quién es el otro” es transparentar que esta práctica no es de la posmodernidad, sino de la historia de la humanidad, sin olvidarnos el paisaje bíblico. Las éticas de cuño liberal, cuyo statu quo es logrado fundamentalmente por el orden económico, refuerzan el concepto de amigo-enemigo, usan como armas el conflicto ideológico, la lucha por el aniquilamiento y no son deseosas de buscar el consenso. Por ende, las relaciones de poder son luchas, tensiones belicosas, con agresiones físicas y simbólicas puestas en las prácticas como en los discursos y que no es propiedad de la política machista, porque también lo usa la mujer en la función política tal cual lo demuestran los acontecimientos cotidianos: campo versus gobierno, gobernadores versus intendentes, gobernadores versus presidenta.

Siguiendo el texto del ensayo literario: La Ciudad de los Zorros, también se percibe subrepticiamente la lucha de “amigo-enemigo” en el discurso del zorro Juan.

... ¿Es ambición, señores y señoras del monte de Sarir con quiénes comparto todos los días las carencias y las ausencias de la naturaleza, que vaya a saber por qué las tenemos?
¡Sí mi querido pueblo! ¡Es ambición… pero es sana y legítima!
¡Qué no se equivoque el enemigo! ¡Porqué siento un llamado interior que circula por mis venas que me dice que debo estar al frente de ustedes como conductor para llevarlos a la gloria!
¡Y daré batalla al enemigo que se oponga a esta idea!

En esta Ética pervive el homo oeconomicus que elige y practica los valores como en la actividad bursátil —suben unos, caen otros— son superficiales y volátiles, las prácticas sociales son como la actividad económica. Por tener consistencia hedonista se desechan prontamente. “Es la corrupción de la buena fe” dirían los republicanos.

Ahora...cuando los candidatos políticos surgen de la nada y apetecen el poder que tiene la política —a cualquier precio— cotizan los valores políticos como en la bolsa financiera, muy lejos de la meritocracia y de la necesidad de consolidar una nación con estadistas, por cierto. Es un pseudo dirigente, que vive de la coyuntura y la oportunidad en un mundo egotista. “Se queda en la espuma de la historia y no comprende los grandes procesos”.

Sin embargo, en el mismo Sarir la cultura hace quiebre y rompe con la eficacia simbólica de la costumbre cuando se levanta el Teatrillo de Las Tilos para la construcción del espacio público, que nace desde la experiencia y el convencimiento de una ciudadanía de liberación. En ellos hay necesidad de creación, cada uno siente la vocación para hacer un “estilo de vida” que signifique emanciparse de un modelo, como es el del individualismo radicalizado. “Un sujeto no puede ser llamado libre cuando carece de la capacidad de hacer” La jerarquía y la valoración del espacio público en una sociedad civil organizada da lugar al ejercicio de la autonomía, para el entendimiento y el diálogo de los ciudadanos. No hay otro espacio donde se de “la razón comunicativa” o la “razón dialógica” porque es allí donde se produce el carácter simétrico de la participación.

Allí hay ciudadanos, porque encuentran las puertas a la posibilidad y la responsabilidad de elegir. La nada, la demagogia, tiene escapatoria y esa es otra Ética.

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