jueves, 18 de junio de 2009

¿POR QUÉ NECESITAMOS DE LA BÚSQUEDA DE SENTIDOS?

En algunas ocasiones de nuestra vida nos encontramos con problemas que son situaciones dilemas. La influencia de costumbres y de tradiciones nos hace recorrer un camino en el que nuestros antepasados lo realizaban sin mayor cuestionamiento. Para ellos repetir esa práctica, formaba parte de una lógica de igualdad societal, en la cual nuestros adultos se sentían contenidos, confiados en los límites generacionales visibles aceptados colectivamente y que, desde luego construían la cohesión y la homogeneidad tan deseada como sistema.

Pero… en este tiempo diverso y plural, posmoderno y desencantado, “la era del vacío” (Lipovesky, Gilles. 1994), habilita la existencia de una ética débil y mínima, “sin moral y sin sanción”. Aún así, no todos estamos animados para recorrerla, sin darnos la prioridad o el tiempo para analizarla o irrumpirla en sus motivaciones y razones. En el actual escenario de crisis, de anomia y de incertidumbre, es cuándo más necesitamos buscar el sentido o los sentidos a las acciones, a las prácticas que alteran el mundo social, porque no hay encuentro con la existencia del otro; de allí que es frecuente decir y demandar fuertes sentidos.

“Construir sentidos es hacer una relación, una conexión consciente, captada reflexivamente entre una experiencia originaria, conocida o realizada mecánicamente, frente a otra que se presenta como distinta”. No es hacer algo adicional y secundario, lejos de una vivencia personal o colectiva. La vivencia es una trayectoria vital que ayuda a la interacción con el otro, y ésta se aprehende por nuestra capacidad gregaria. Necesitamos aciertos, conocimientos para saber hacia dónde nos dirigimos como familias, grupos sociales, ciudadanos y naciones, aún las desarrolladas.

Sólo una relación de sentido puede lograr la comprensión de los acontecimientos del mundo, evitar las fugas mundi de actores sociales inmaduros —como en la adolescencia tardía— o la irresponsabilidad de una ciudadanía de baja intensidad, cuando alientan la creación de escenarios duales, ambivalentes y perturbadores y no tienen la fuerza para hacer el lazo social erosionando la creación de sentidos colectivos.

No hay comentarios: