lunes, 10 de diciembre de 2007

CONCEPCIONES SOBRE LA NUEVA RURALIDAD Y SUS IMPLICANCIAS EN LAS PRÁCTICAS ESCOLARES.

El siguiente documento tiene el propósito de presentar algunas reflexiones y líneas de pensamiento que avizoran una perspectiva comprensiva de una realidad compleja, diversa y heterogénea, ante la cual los análisis teóricos planteados desde la estética hegemónica (1), como las estrategias ensayadas también en los escenarios latino-americanos, han fortalecido la concepción de déficit, de desventajas y asimetrías hacia lo rural o campesino.

Muchas de las visiones históricas del sistema “dibujadas” en políticas públicas han carecido del abordaje integral y del tratamiento diferenciado de una realidad social donde hizo impacto en la toma de decisiones, la mirada puesta en las carencias como: el aislamiento geográfico, la población dispersa y vieja,(2) la ausencia de servicios, la resignación o el fatalismo en sus actores. En respuesta a esa modalidad de análisis es que se usaron abundantes estrategias coyunturales, corto-plazistas y con fuertes efectos asistencialistas, sin la participación, ni la motivación, ni la generación de empoderamiento en los destinatarios, los sujetos finales del proceso de intervención para efectivizar las mejoras o los cambios.

Muy lejos estuvo la generación de procesos emancipatorios, de autonomía y desarrollo local o regional en función del uso responsable de los recursos naturales, como de la comprensión respetuosa de los modos culturales de los sujetos-destino, visión actualmente superada por el aporte de los enfoques sociológicos. Por el contrario se reforzaron otros esquemas y otras representaciones simbólicas por dictamen. El poder referencial y sistémico de dominación fomentó las prácticas con fuerte determinismo (3) social y cultural.

El tener como registro actualmente en los sujetos rurales el auto-concepto del “no puedo”, “no sabemos”, “no será posible”, se da correlativamente con una baja o débil autoestima personal. En lo social faltaron persistentemente los procesos colectivos de autonomía. Por décadas históricas se realimentaron conciente o inconcientemente la asimetría, no sólo desde la ideología del sistema sino desde las mismas prácticas de los autores. Es plausible que al interior de las mismas se perciban apreciaciones y estigmas como: “el campo no sirve”, “que le vamos a hacer, si somos pobres”, “este lugar no da para más”.

Fiel y útil a este modelo de fragmentación social y de no construcción de la nación plural y diversa (4) , se viabilizó el concepto de ruralidad tradicional que se corresponde estrictamente al razonamiento mono-causal: el espacio rural depende exclusivamente del uso de los recursos y de la producción que da el campo. Por ende las formas de vida y los estilos culturales, hasta los destinos humanos dependían de la gestión autárquica (5) y autorregulada de esos elementos. La dimensión rural es entonces solo vista desde la producción agropecuaria con su inevitable fragmentación de las otras esferas de lo social, cultural, económico y político y que el sujeto de contexto rural también lo necesita como “sujeto de derecho”.

La visión monolítica de la dimensión rural todavía pervive en nuestras mentalidades: lo miramos como el espacio conformado en unidades campesinas que se hacen por el uso intensivo de la tierra y del trabajo familiar. Particularmente en nuestra provincia existe un número importante de minifundios donde la titularidad de la tierra no alcanza a tener todos los elementos jurídicos para su legítima tenencia. Por otro lado los derechos de propiedad son realimentados por culturas patriarcales muy rígidas que generan problemas en la “herencia de la tierra” imposibilitando una rápida distribución sucesoria. En la actualidad las pequeñas unidades campesinas pertenecen a la primera generación, la de los abuelos y los jóvenes de las regiones rurales, no pueden acceder a los beneficios de instalar pequeños emprendimientos.

¿Y CUÁL ES LA NUEVA RURALIDAD?

Es entendida como “el proceso de los conjuntos de políticas económicas y sociales por las que se dan una serie de transformaciones en la existencia y dinámica de los territorios rurales, como así también el resultado del mejoramiento de las condiciones de bienestar general de la población en su conjunto”. Expresión tomada de una ponencia latinoamericana en el Congreso de Nueva Ruralidad en la Universidad de Barcelona, en 1999.

Conocer, interpretar, describir, explicar comprensivamente la Nueva Ruralidad, implica reconocer que los procesos de globalización bajo el imperio de las políticas neoliberales, como asimismo los influjos del postmodernismo impactaron y desequilibraron los espacios rurales y a los actores porque se desdibujaron los límites de las identidades. Hoy por hoy en este escenario complejo no es muy fácil identificar entre lo que es estrictamente rural y lo esencialmente no rural. Si no, observemos como la telefonía celular, un bien terciario, también es de uso en espacios rurales.

La influencia de este fenómeno inevitable hizo que los efectos fueran drásticos según sean países “en desarrollo”, “pobres” o “desarrollados” (6) . En América Latina, incluida Argentina, la implantación de políticas neoliberales con fuerte ajuste estructural en la economía, han transformado las pautas de comportamiento de los sujetos sociales, su relación con la tierra y el deseo de identificarse y relacionarse con ella.

En las familias de la región N.O.A la pauta cultural de trabajar la tierra como pequeñas economías de sustento familiar ha dejado de ser potente. (7) Se observa una disminución en la potencia de actuar, relacionada más con la tristeza y resignación que con la convicción de realizar acciones a través de los cuerpos o del músculo. Las horas hombre están ausentes o muy desnutridas de poder, de sentido y de alegrías. Los sujetos que en su génesis social y cultural estuvieron aislados, que no alcanzaron niveles mínimos de desarrollo, que son atravesados velozmente por crisis y que no encuentran puntos de acertividad y de referencias en otros sectores, ya sean del Estado o de la Sociedad Civil, pierden su capacidad de tomar decisiones y desarrollar liderazgos colectivos.

Sin embargo, ante esta cuestión se levantan voces esperanzadoras; algunos estudiosos de las cuestiones rurales dicen que si bien es cierto que el funcionamiento de la economía campesina es socavada por el desarrollo y prevalencia de las relaciones mercantiles, las mismas no se dirigen a su total desaparición. Nuevas formas, nuevas estrategias son puestas en prácticas, para adaptarse y acomodarse a los requisitos de las nuevas cuestiones: sean económicas, políticas, culturales o ecológicas. Los actores locales, las comunidades campesinas que tuvieron un cierto y determinado potencial económico, deberán visualizar el desarrollo tecnológico factible, como de otros mecanismos de construcción del espacio, entendido como el territorio resignificado y valorado del que culturalmente son parte, aunque el fenómeno del desarraigo las esté minando.

“Los distintos sectores del Gobierno, como la misma Sociedad Civil (8) deberán abocarse “al como”: se apropien, re-signifiquen y construyan una serie de modos de hacer y de comportamientos culturales bajo los que se ha sustentado tradicionalmente la vida cotidiana en los territorios rurales. Igualmente se analizarán las formas en que se dan nuevos estilos de participación local, como la formación de micro-emprendimientos u otras estrategias que se desarrollen a partir de nexos con las asociaciones profesionales, los organismos gubernamentales, las cámara de comercios, etc.” (9)

¿QUÉ ROL LE TOCA A LA ESCUELA DE CONTEXTO RURAL?

Si la escuela de contexto rural aborda la problemática de su cotidianidad denostada en asimetrías y carencias, solamente desde una dimensión técnica, es posible que se quede anclada en un discurso formalizado del “deber ser”, de puntuales relaciones de causas y efectos consecuentes al modelo con prácticas habilitantes que miran parcial o sectorialmente esa realidad.

Los tiempos actuales requieren que las intervenciones docentes, además de ser relevantes, sean urgentes. Por lo tanto cada acto de enseñanza que realicen las instituciones tienen que ser actos políticos. (10) Las escuelas de contexto rural deben ser instituciones con mucha política, (11) con docentes que sepan usarla como una práctica que apunte a aceitar el conflicto y suavizar el problema.

El docente que tenga incorporado el concepto de Nueva Ruralidad es aquel que revisó sus ideologías y creencias para superar y enfrentar una propuesta de desarrollo, que lejos de subestimar lo rural aceptando políticas compensatorias y asistenciales por las cuales es cooptado, proponga desde las aulas una política de desarrollo rural sostenible.

Por otro lado es importante que rescatemos el concepto de Desarrollo Local (12) como complementario al desarrollo rural, porque nos brinda “un marco para que las comunidades rurales puedan emprender un camino diferente, a través de la promoción de procesos que potencien nuevas formas de gestión, que permitan aprovechar las ventajas y potenciar las prácticas locales en contextos cambiantes en cuanto a amenazas y oportunidades para el propio desarrollo” (13)

El docente de nuestras comunidades rurales debe realizar un acto de reflexión ética y replantearse, si con su práctica, alimentará las construcciones de políticas de desarrollo sostenible. Es variada la bibliografía que apunta, que en esos contextos debe operar la presencia de un maestro facilitador de aprendizajes con gran compromiso social y cultural. Una comunidad rural necesita de un docente que instale la promoción humana.

¿CÓMO RESIGNIFICAMOS LOS NAP EN LAS ESCUELAS DE CONTEXTO RURAL?

Tomamos de los NAP (Nucleos de Aprendizaje Prioritarios) los siguientes sentidos pedagógicos:

• Construir el significado de sujeto y de ciudadano de alta intensidad a partir de las asimetrías, y sobre ellas, construir empoderamiento en los niños y jóvenes de las comunidades rurales.

• Ayudar a construir prácticas docentes que habiliten una escuela que rompa con la desigualdad al acceso y circulación democrática del conocimiento.

• Replantear y resignificar en cada agrupamiento el diseño curricular a partir de los NAP con una práctica escolar respetuosa de la cultura e identidad local y una visión de inserción en el mundo.

• Abordar las desigualdades y las diferencias del contexto rural a partir de un desarrollo didáctico curricular centrado en problemas concretos que habiliten los contenidos relevantes de enseñanza y que fomenten la promoción humana.

• Generar espacios de reflexión para la toma de decisión en situación, fortaleciendo la conformación de los agrupamientos, pensado éste, como el espacio (lugar y tiempo) para el estudio y análisis de los NAP y currículos en contextos.

• Resignificar la práctica de la didáctica del plurigrado a partir de la concepción de agrupamientos flexibles de tiempo y espacios, jerarquizando la cultura del trabajo escolar.

• Ayudar a la construcción de inter- subjetividades en las comunidades rurales a partir de cadenas de valor, que impliquen experiencias positivas con autonomía y autoestima personal.


Citas:
1 Se denomina al trabajo que realiza el poder porque controla los recursos económicos, políticos e ideológicos.
2 Es la población en la cual los padres, adultos jóvenes, exiliaron hacia otros lugares en busca de oportunidades de trabajo, generándose procesos de desarraigo y transculturalización.
3 Es la posición del positivismo clásico afirmado en el darwinismo que los mejor posicionados en la escala social gozan de los mejores beneficios.
4 Paradigma sostenido por los NAP en todos las Áreas Básicas, muy especialmente en las Ciencias Sociales.
5 Se dice de las organizaciones sociales que gestionan sus propias normas y manejan sus propios recursos económicos y financieros.
6 En América Latina co-existen la primera y segunda categoría, a diferencia de la Unión Europea que todos son desarrollados, lo que facilita las políticas en bloques comerciales.
7 Este término está en referencia con lo trabajad por Deleuze a partir de Spinoza: “En Medio de Spinoza “
8 Sociedad Civil es la conformación de ciudadanos que tienen la conciencia de los beneficios del empoderamiento y conforman el tercer sector de la política junto al Estado y al Mercado.
9 Ávila Sánchez, Héctor: La dinámica actual de los territorios rurales en América Latina.
10 Entendemos que el acto político es esencialmente democrático, porque distribuye equitativamente el conocimiento, atiende al principio de igualdad y a la construcción de ciudadanía.
11 Tomado del texto Educar: Ese acto político. Frigerio, Graciela. Diker, Gabriela.
12 Toma relevancia este concepto a partir de los procesos de conformación de bloques y regiones económicas.
13 Extraído del sitio Web de “abc” de la provincia de Bs Aires.

Bibliografía Consultada
1.Ávila Sanchez, Héctor. La dinámica actual de los territorios rurales en América Latina. Presentación del Estado de México en la Universidad de Barcelona.
2.Deleuze, Giles: En medio de Spinoza. Cactus Editorial.
3.Frigerio, Graciela, Diker, Gabriela. Educar: ese acto político. Serie Seminarios del CEM
4.Kessler, Gabriel. Juventud rural en América Latina. IIPE. 2006
5.Sitio www. “abc” Ministerio de la Provincia de Bs Aires.
6.Taller Regional: Una educación en población para jóvenes rurales. Chile. 1996.
7.VI Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología Rural. ALASRU. Brasil. 2002

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